
.....Y ahí estaba yo..... caminando "otra vez" por las mismas calles, esas que si hablaran podrían contar como mínimo millones de historias.
¿Cuántas personas las habrán transitado en todos estos años? Mi mente divaga he imagina parejas, niños pequeños , discusiones, risas, en fin.
Pero eso no es lo medular, lo importante es: que las consideros "mías", como si guardaran un gran tesoro. ¿Cuántas miradas tristes, alegres, frustradas, esperanzadas, inquietantes, inseguras u determinadas me habran visto expresar?
....Si hubieran hablado hoy, contarían una historia muy peculiar...... dirían:
-La niña que hemos visto crecer y convertise en una mujer.... esa de mirada tan única (de quien espera muchas cosas de la vida, pero a la que claramente, la misma, ha golpiado duro constantemente), la joven que cubre su dolor con muchas sonrisas HOY está llena de una determinación increíble. La constante lluvia que contribuye al rápido movimiento de los transeúntes o al refugio de éstos, no logran ese efecto en ella.-
Así era. La lluvia llegaba a mí de una forma inusitadamente tranquilizadora. Me he mojado en memorables ocasiones, pero ésta vez era distinto, cada gota me llenaba de una libertad y bienestar muy poco usuales, algo muy difícil de explicar..... una sensación de desprenderse de todo y a la vez experimentar mil emociones.
¡Oh! La lluvia..... El tumulto de gente rehuyéndola y los escenarios recorridos: la playa, plazas, el centro de la ciudad. Hacen que este día parezca una película.
Como si de pronto fuera a aparecer el galán apuesto, educado, gentil amable y considerado. Un hombre totalmente encantador que me abrazará y prometerá eterna protección, cuidado, dedicación y por supuesto Amor Verdadero e Incondicional. ¡Ah! y como si fuera poco, sellará todo esto con un gran beso. Pero está claro que esto no sucederá, mi vida jamás ha sido "una película", ni mucho menos un "cuento de hadas".
Yo sigo caminando sola.
Empapándome, adorando este manto de agua tan renovador......
La tormenta tiene efecto "balsámico" en mí, mis cavilaciones desaparecen y yo lo agradezco infinitamente, es genial practicamente.... "sentir nada".
Descansar mi mente y mi corazón aunque sea por unas horas, anular momentaneamente mi gran sensibilidad.
Va siendo momento de volver a casa. Estoy totalmente mojada. Me subo al taxi y aunque empiezo a extrañar rápidamente la lluvia que tan bien me hizo sentir, me alegra saber hacia donde me dirijo: al lugar donde abunda el cariño, la preocupacion mutua, la protección y el amor incondicional.
Un lugar seguro, donde me quieren y aceptan tal cual soy: hogar, dulce hogar.
La vida continúa, sé que todo va a estar bien. Es sólo otro día más.